Historia Jon Hákarl CAP 2
Continua la historia y colaboración con @tiburondeebro y que tiene una primera parte
Llega
Jon a la posada y sus anfitriones salen a su encuentro. Uderzox y
Goscinnyx eran dos galos de lo más variopinto. Uno de corta estatura
y otro bajo de tórax, se rumorea que fueron cuentacuentos
desterrados por sus relatos y escenas cómicas. Hoy regentan junto a
sus esposas, Bolboreta y Pomba, una humilde posada bien situada en
una encrucijada de caminos: "La Poción Mágica".
El
plato más demandado por la clientela de la posada es un guiso
tradicional elaborado por Bolboreta. El ingrediente secreto del guiso
son unos hongos que le vende de manera clandestina el druida
Psilocybex. El intercambio se realiza de manera sigilosa en la
ventana de la cocina. Dicen quienes lo han probado que se trata de un
guiso tan sabroso que te hace pensar que eres invencible.
A
pesar de ser pequeña y con poco trasiego, la actividad no cesa en la
posada. Bolboreta prepara su famoso guiso en la cocina, mientras
Goscinnyx se encarga de los cerdos. En la planta superior Uderzox se
sirve una jarra de hidromiel... que le provocará un fuerte dolor de
cabeza, ya me entendéis. La posada cuenta con una única habitación,
ubicada en lo alto del edificio y con acceso a una magnífica
terraza.
Cae
la noche en la posada, Bolboreta se retira ya a descansar y Uderzox
apura la penúltima jarra de hidromiel. Sentados en un banco,
Goscinnyx y Jon conversan alegremente: "El jabalí es sin duda
mi comida favorita" confiesa el galo. "¿A quién puede
gustarle más el pescado asado? ¿Acaso eres de la costa? ¿Qué te
trae por estas tierras amigo?", inquirió curioso. "He de
entregar una carta" respondió Jon de manera misteriosa. "Mañana
partiré temprano", dijo Jon mientras subía la escalera, "A
más ver amigo galo". "A más ver" respondió
Goscinnyx.
Las
preguntas del galo habían evocado en Jon recuerdos de una vida
pasada. Se había transportado a la costa, a la brisa del mar en el
acantilado, al faenar de los marineros, al hogar. Con la mirada
perdida en el horizonte, en la noche clara alcanza a vislumbrar la
silueta de una torre. A jornada y media aguarda su destino.
Parte
Jon de la posada por el camino del sur en día soleado. El frescor
del agua de un riachuelo cercano alivia el calor de Jon. De vuelta al
camino, un carro se detiene a su lado y una voz grave se dirige a Jon
invitándolo a subir: "Mi nombre es Grizz Rotbär y el pequeñajo
es mi hijo Jack, que puede viajar atrás". "Han pasado
muchos carros pero eres el primero que me invita a acompañarles, no
rechazaré tan agradable oferta" contestó Jon aupándose al
carro.
"Dime
Grizz, ¿Por qué tanto trasiego hacia la ciudad? ¿Qué os lleva
hasta allí?", preguntó nuestro protagonista. "¿No lo
sabes? La hija del señor estaba aquejada de una enfermedad que la ha
retenido en la más alta torre custodiada por guardias durante 40
días. Para celebrar el fin del encierro de Covidia, pues así se
llama la joven, su padre ha organizado un gran torneo en la base del
castillo: El Torneo de Quarentein".