Homenaje al Tercio Norte de La infanteria de marina, Diorama de Fuerzas especiales.

 Quedaba pendiente el último de los dioramas que se montaron en Ferrol, por motivo del 485 aniversario de la creación de la infantería de marina.

En este diorama, Daniel hace un uso del porex espectacular y Manel Playmocedeira, reproduce con gran maestría una foto de los años 50 que es el germén de este diorama.

Un acantilado, unos infantes y la sensación de que se pueden caer, hacen de este diorama un lugar de lo mas interesante, trasladandonos a la Normandía de 1944, no puedo evitar el simil con Point du Hoc y los Rangers, aunque en este caso se trata de la infantería de marina española.

 A continuación os dejo con el texto que acompaña al diorama.

 En enero de 1950 causó alta en el Tercio del Norte, el capitán Alfredo Díaz del Río Darnell. En su nuevo destino se encontró con varios suboficiales que poseían el curso de esquí-escalada realizado en la escuela militar de montaña de Jaca, entre ellos el brigada Rico y los sartenteos Genaro y Cabello. El contacto con estos entusiastas suboficiales y las grandes posisibilidades que poseía la orografía de las zonas próximas a Ferrol, debieron influir en gran medidad en él, ya que a finales de ese mismo año solicitó el curso de Escalada, tras el que regresó al Tercio y tomó el mando de la Cuarta Compañía del Batallón Ligero, en la que se había creado la sección de asalto anfibio.

A finales del mes de mayo, se realizaron unas maniobras en las cercanías de Valdoviño que contaron con la presencia del Almirante D. Salvador Moreno Fernández, jefe del Departamento Marítimo del Cantábrico,  en las que realizó una exhibición de la sección atacando los acantilados de Punta Frouxeira. El almirante presenció la actuación de la sección al borde del acantilado y ordenó que en el menor tiempo posible se le hiciese una prop propuesta razonada para poner remedio a las deficiencias de equipamiento, abriendo el camino a la creación de una Unidad de escaladores Anfibios.

 Unos años despues el almirante Moreno, fue nombrado ministro de marina, y partió hacia Madrid con la intención de crear la unidad. Así, el 21 de septiembre de 1951 el capitán Díaz del Río se hizo cargo de la recién creada Compañía de Escaladores Anfibios. La unidad realizará infinidad de ejercicios bajo esta denominación, manteniendo sus mandos en todo momento el espíritu que llevo a su creación, dando muestras de una gran iniciativa.

Wl 14 de octubre de 1957 se ordenó que la compañía cesara en el Tercio del Norte y pasase al Tercio del Sur, realizándose en tres días de travesía a bordo del minador Júpiter. A partir de este momento la compañía de escaladores anfibios quedó vinculadad a la creación del Grupo Especial del Tercio del Sur, germen del actual Tercio de Armada. En 1966 se estructuró como Compañía de Operaciones Especiales, comenzando al año siguiente el uso de la boina verde.

En 1968 volvió a cambiar de nombre para denominarse Unidad de Operaciones Especiales (UOE). Durante su breve historia esta unidad estuvo presente en las acciones mas destacadas del cuerpo de inganteria de marina: Evacuaciones de de Guinea, Sidi-Ifní y Sahara, misiones de paz en la antigua Yugosloavia, actuación en la crisis de la isla Perejil, operación Socotroa en aguas del oceáno Índico, Irak...

Siendo el Tercio Norte el precursor e inicio de las Operaciones Especiales en la Infantería de Marina.

Y os dejo las fotos del diorama, y de la elaboración del escenario, un trabajo muy fino.

Fotos del montaje y preparación, una infíma parte de lo que se trabajo en esa escenografía.

Diorama Homenaje a la Infantería de Marina. Brión 1800

 Para el diorama estrella de la exposición, nos decidimos por la batalla de Brión, donde los infantes lucharon contra una fuerza de invasión inglesa que pretendía hacerse con la ciudad de Ferrol, y en unos 7 m2 representamos el desembarco, y la lucha para que no atacasen el castillo de San Felipe.

La escenografía corrio a cargo de Daniel Fustes, infante de Marina.

El resto de material y soldados a excepción de los animales y algunos marineros, son míos, otro sitio la mar de bueno para poder disfrutar del montaje, escenarios así desde luego que hacen mas fácil el poder jugar con los kekos.

 Desde luego agradecer al Mayor las facilidades y al exbecario Artabro los animalitos y que se dedicase a jugar con la zona de Doniños

BATALLA DE BRIÓN

El 25 de agosto del año 1800, una flota inglesa con más de 100 velas con una fuerza de desembarco de 15.000 soldados, principalmente de infantería y caballería, arribó por sorpresa a las costas ferrolanas con la finalidad de destruir la flota española. En la ría se encontraban 5 navíos, 4 fragatas, 2 bergantines y 6 cañoneros, y la guarnición alcanzaba cerca de 2.000 hombres que, junto con los voluntarios, no sumaban más de 3.000. Entre las tropas defensoras se encontraban 700 infantes de marina que en aquella época pertenecían al Cuerpo de Batallones de Marina.

El diseño de la defensa de la ría mediante distintas baterías costeras evitaba cualquier plan de forzar directamente la entrada o desembarcar en Ares, por lo que sólo cabría el acceso por las batidas playas del norte y superar el gran obstáculo de las montañas, siempre protectoras de Ferrol y donde las fuerzas defensoras podrían hostigar a las invasoras.

Fue de mañana, cuando el vigía de Monteventoso dio la voz de alarma. Los buques invasores pronto enfilaron hacia las playas de Doniños y San Jorge, por lo que se advirtió claramente la intención del enemigo. Rápidamente los buques españoles tomaron posiciones frente a la costa de La Cabana y La Graña, mientras las tropas que guarnecían los fuertes de las playas se replegaron al no poder hacer frente a las tropas invasoras que habían desembarcado.

Las primeras tropas defensoras al frente del capitán de navío Juan Bautista Topete empezaron a remontar la vertiente norte de la ría desde La Graña ganando las alturas de La Cabana. Al llegar a la cima por la tarde, comenzaron las escaramuzas contra los ingleses, que emprendieron una maniobra envolvente, hacia San Felipe y Serantes. El terreno, abrupto y arbolado, favorecía la defensa española, y los invasores comenzaron a disgregarse en pequeños grupos que eran fácilmente atacados, quedando el frente establecido en torno a Balón y Brión tras duros combates.

El día 26, el ejército inglés intentó un ataque directo contra el castillo de San Felipe con unos 4.000 hombres. El buen diseño de las defensas del castillo hizo que las compañías inglesas fueran batidas por los defensores desde los caminos cubiertos y aspilleras, con el apoyo de los cañones instalados en la cortina y en los baluartes, y el constante hostigamiento desde el Castillo de La Palma y los buques fondeados. Después de varios ataques, siempre rechazados, llegó la retirada definitiva inglesa hacia los altos de Brión. Al amanecer del 27 los ingleses comenzaron el reembarque para, a media mañana, poner rumbo hacia Vigo con la intención de atacar la ciudad, sin que lo hicieran finalmente.

La derrota británica mereció siempre el reconocimiento jubiloso de la historia local pero también el de los militares y gobernantes de la Nación, aún de los extranjeros; tal es el caso del conocido brindis de Napoleón en París: "Por los valientes ferrolanos".

El diorama representa esquemáticamente dos episodios, el desembarco en la playa con la destrucción de la batería defensiva y el propio ataque sobre Brión.